27 mar 2024

Pelo saludable después del verano

Dra.-Constanza-Riquelme-Mc-Loughlin

Al terminar el verano, el cabello suele estar más dañado que cuando este empezó. La pérdida de rutinas saludables y de cuidados, junto con una alta exposición al sol y al agua de la piscina o de la playa, provocan que el cabello se deshidrate, pierda flexibilidad, se debilite y se vuelva más quebradizo. Para poder recuperar la salud del cabello después del verano es necesario cuidarlo tanto a nivel interno como externo.

¿Por qué tu pelo se daña más en verano?

El tallo piloso está compuesto por tres capas: la cutícula, la corteza y la médula. La cutícula es la capa que le aporta brillo y textura al pelo y se encarga de protegerlo de las agresiones externas. Durante el verano, las largas exposiciones a los rayos UVB y UVA del sol pueden degradar los aminoácidos que la componen (como la cistina o la metionina) provocando una pérdida de brillo en el cabello. Además, si estas exposiciones son más prolongadas, pueden producir daños más intensos en la cutícula y provocar un mayor desgaste generando encrespamiento y puntas abiertas.

Por su parte, el cloro del agua de la piscina altera la queratina del cabello (una de sus proteínas) además de sus ácidos grasos. Esto provoca una deshidratación no solo en el cabello sino también en el cuero cabelludo. En el caso del agua de mar, debido a su pH elevado, el cabello puede perder elasticidad, brillo y consistencia.

En la cutícula hay una mayor cantidad de aminoácidos que en la corteza. Si la cutícula se pierde, el pelo se volverá frágil y reactivo, siendo más difícil de peinar.

Por otro lado, si no hemos tenido la precaución de proteger nuestro cuero cabelludo del sol se pueden producir quemaduras en el mismo, afectando así a la raíz del cabello y agravando la caída estacional de otoño. En ocasiones, también puede provocar la aparición de efluvio telógeno, un aumento en la pérdida de cabello a causa de la alteración del ciclo de crecimiento del mismo.

El cambio comienza de dentro hacia fuera

Las células del folículo piloso, donde se produce el crecimiento del pelo, tienen unos requerimientos energéticos altos por lo que necesitan un adecuado aporte nutricional para su correcto funcionamiento. Además, pueden ser muy sensibles a cualquier variación en la dieta.

En verano, es normal alterar la rutina de alimentación e introducir alimentos con menor calidad nutricional. Esta es una de las razones por la cual en la época estival el cabello también se encuentra más debilitado.

Para recuperar la salud capilar, una de las dietas más beneficiosas es la dieta mediterránea. Un ejemplo es que el consumo de hierbas y verduras frescas (muy abundantes en esta dieta) puede reducir el riesgo de alopecia androgenética.

Aspectos a tener en cuenta para mejorar la alimentación postvacacional

Para poder nutrir nuestro pelo desde el interior, primero es necesario conocer algunos de sus principales componentes estructurales. De esta manera podremos comprender la importancia de una dieta balanceada con un aporte correcto tanto de macronutrientes como de micronutrientes (vitaminas y minerales).

Proteínas y aminoácidos

El cabello está formado en un 70% de agua y sales, un 28% proteínas y un 2% de lípidos.

La proteína del pelo es en su mayoría queratina, que a diferencia de la queratina de la piel tiene una mayor cantidad de azufre. La queratina está formada principalmente por aminoácidos azufrados, como la cistina o metionina, que forman los puentes disulfuro del pelo que le dan al cabello su estructura y le aportan firmeza y resistencia. Otros aminoácidos que la componen son arginina, fenilalanina, tirosina y triptófano, entre otros.

Vitaminas

Las vitaminas son necesarias para que el cabello se desarrolle de manera correcta. Existen vitaminas liposolubles e hidrosolubles. Es importante destacar que tanto una deficiencia como un exceso de vitaminas puede tener un efecto perjudicial en el pelo, por lo que es esencial mantener una alimentación balanceada.

  • Vitaminas Liposolubles
    • Vitamina A: actúa prolongando la fase de crecimiento del pelo y acortando la fase de caída. Además, también participa en la conversión de pelo tipo vello a pelo terminal. La podemos encontrar en espinacas, zanahorias, mango, melocotón, huevo y queso.
    • Vitamina D: es un antioxidante fundamental, pues es esencial para que el cuerpo absorba nutrientes como el fósforo y el calcio, muy importantes para estimular el crecimiento de los folículos capilares. De esta manera el pelo crecerá más fortalecido. La podemos encontrar principalmente en productos de origen animal como el salmón, sardinas, queso, yema de huevo, hígado y setas.
    • Vitamina E: protege a las células del daño oxidativo y, por tanto, al pelo contra el efecto del sol y de los agentes contaminantes. La podemos encontrar en la soja, trigo, cereales, espinacas y nueces.
  • Vitaminas Hidrosolubles
    • Complejo de vitaminas B: tiene un papel muy importante en el metabolismo celular de hidratos de carbono, lípidos y proteínas, así como también en procesos de regeneración celular. Los podemos encontrar en cereales integrales, legumbres, pavo, salmón, guisantes y nueces.
    • Vitamina C: es un potente antioxidante. Además, actúa en la síntesis de colágeno, una proteína esencial para el crecimiento del cabello. Por otro lado, uno de sus metabolitos, el ácido L-ascórbico, ayuda en la absorción de hierro, necesario también para el crecimiento del pelo. La podemos encontrar en perejil, pimientos rojos, coles de Bruselas, brócoli, kiwi, papaya y cítricos.

Minerales

El cabello también está compuesto de minerales, por lo que será fundamental para desarrollar un pelo fuerte y sano un aporte adecuado a través de la alimentación.

  • Zinc: forma parte de la síntesis de queratina y protege a las células de los radicales libres. Su déficit puede producir la caída del pelo y/o una fibra capilar frágil. Por otro lado, el exceso de ingesta de zinc puede producir pérdida capilar, al alterar la absorción de cobre, hierro y magnesio. El zinc está presente en plátanos, higos, soja, berenjenas, espárragos y apios.
  • Cobre: es importante en la producción del colágeno y la melanina, lo que nos ayuda a mantener un pelo con elasticidad y un color natural. El cobre se encuentra en legumbres, nueces, patatas, frutas deshidratadas como ciruelas, cacao, pimienta negra y levadura.
  • Sílice: Aumenta la producción de colágeno y fortalece los puentes disulfuro por lo que mantiene la fuerza y elasticidad del pelo. El sílice se encuentra en cereales integrales (arroz, avena, cebada, centeno, trigo), el mijo, judías verdes y frutos secos.

Antioxidantes

El estrés oxidativo en nuestro organismo produce daño en los tejidos a varios niveles. Los antioxidantes previenen el daño oxidativo y a nivel del cabello ayudan a protegerlo y mantenerlo sano. Algunos ejemplos de alimentos ricos en antioxidantes son:

  • Algas marinas: contienen flavinoides que podrían contribuir al crecimiento del pelo.
  • Semillas de uva: poseen en su extracto polifenoles además de vitamina E.
  • Cúrcuma: es un antioxidante que contrarresta la respuesta inflamatoria provocada por el envejecimiento, el estrés y el medio ambiente que pueden dañar el cabello.
  • Amaranto: es antioxidante y además es una fuente de calcio y lisina.
  • Frutos rojos: poseen antocianinas que son antioxidantes que protegen a nuestras células de la degeneración celular.

¿Cuál es el rol de los nutricosméticos en el cuidado del cabello después del verano

Los nutricosméticos son adecuados para complementar las rutinas saludables de cuidado del cabello después del verano. Pueden brindarle al pelo los nutrientes que necesita y ayudar en su recuperación desde el interior.

Nutricosméticos como Olistic actúan de forma integral para frenar la caída e impulsar el crecimiento de un cabello sano y fuerte desde la raíz. Su fórmula, a base de ingredientes naturales como semillas de calabaza, regaliz, vitamina C, mijo o comino negro, entre otros, actúa sobre las diferentes causas que producen el debilitamiento y la caída del cabello.

Los nutricosméticos son el complemento perfecto de una alimentación saludable, especialmente después del verano, que es cuando se altera la dieta. Actúan como respaldo, completando el aporte de nutrientes que le falta a nuestro cuerpo.

No solo complementan una alimentación saludable, sino que son buenos aliados contra los efectos del envejecimiento, cuando el cuerpo disminuye la producción de sustancias imprescindibles para mantener la estructura del cabello, las uñas y la piel.

Rutina para el cuidado del cabello después del verano

Además de una dieta adecuada y nutrir el cabello desde el interior, es importante cuidar el cabello desde fuera. Los siguientes consejos pueden ayudar a mantener tu cabello limpio y sano.

  • Lava periódicamente el cabello: el lavado del pelo tiene la función de eliminar residuos como la descamación o el sebo acumulados en el cuero cabelludo. La cantidad de lavados semanales es muy personal y dependerá de factores como la edad, la actividad física que se realiza en el día y de la época del año en la que te encuentres. Es importante aclarar que lavar el pelo todos los días no produce mayor caída del pelo.
  • Elige el champú más adecuado: dependiendo de si el cabello es seco, graso o sensible, será necesario un tipo de champú u otro. Además, los componentes del champú que entran en contacto con el cuero cabelludo no penetran en la raíz del pelo, por lo que no influyen en su crecimiento.
  • Hidrata el tallo piloso: este paso es especialmente importante tras la vuelta de vacaciones por la alta deshidratación que presenta el cabello. Existen diferentes productos con distintas propiedades que cumplen esta función como los serums, acondicionadores o mascarillas.

¿Qué debo evitar?

  • Disminuye el uso de secadores y planchas. Aunque el uso de planchas y secadores no favorece el desarrollo de alopecia, pueden empeorar la calidad del cabello al deshidratarlo en exceso. El calor hace que las fibras de queratina se vuelvan más frágiles y acaben rompiéndose. No tienes por qué apartarlos de tu rutina, pero sí es aconsejable disminuir su frecuencia de uso y modular la temperatura a la que los utilizas.
  • Deja de lado el tabaco. La nicotina del tabaco es una sustancia vasoconstrictora. Al ralentizarse la irrigación sanguínea del folículo, el crecimiento capilar puede verse afectado. Además, las sustancias tóxicas existentes en un ambiente con humo de tabaco pueden modificar las características físicas del pelo provocando sequedad y pérdida de brillo.
  • Elección de tintes. Dependiendo del estado en el que se encuentre el pelo hay que valorar el tipo de tinte que queremos aplicar. Es importante destacar que teñirse el pelo no es una causa de caída del pelo, pero si puede dañar su estructura y alterar la calidad de la fibra capilar.
    • Los tintes temporales: no dañan la cutícula ya que el pigmento se deposita en las capas más superficiales del cuero cabelludo y por lo tanto son menos agresivos.
    • Los tintes permanentes: producen una separación de la cutícula para depositar el pigmento en la corteza, por lo que pueden ser más agresivos.

Las continuas exposiciones de nuestro cabello al agua y al sol durante el verano repercuten en la calidad del cabello existente y factores como nuestros hábitos alimenticios pueden alterar la calidad del pelo en formación.

Para recuperar la salud del cabello después del verano es importante cuidarlo tanto de forma interna como externa combinando rutinas de cuidado capilar con buenos hábitos saludables.

 

27 mar 2024
Dra.-Constanza-Riquelme-Mc-Loughlin