28 mar 2024

Consejos de una dermatóloga para prepararte para el verano

Dra.-Constanza-Riquelme-Mc-Loughlin

La primavera tradicionalmente conlleva el simbolismo de renacer, un concepto donde la vida resurge después del invierno. Es una invitación a que nosotros también nos planteemos ciertos objetivos, tengamos una visión de un ciclo nuevo y comencemos a retomar hábitos saludables, como el cuidado de la piel y del pelo, si es que los hemos descuidado durante el invierno.

Aprovechando algunas anécdotas de pacientes en la consulta, aquí te explico algunos consejos para el cuidado de la piel y el pelo durante la primavera que te ayudarán también a prepararlos de cara al verano.

Así mismo, te explico algunas medidas preventivas para cuidar tu piel y tu pelo del sol, ya que últimamente en la consulta estoy viendo verdaderas quemaduras, ¡incluso en días nublados!

Caso real 1: Elimina el pasado 🙅

Recuerdo que acudió a mi consulta un paciente con una bolsa llena de todos los productos que había utilizado a lo largo de los años para su rutina facial. Él estaba muy comprometido con el cuidado de su piel y quería hacer las cosas bien para poder seguir de manera rigurosa una rutina facial adecuada.

Me preguntó ante sus productos si podía aprovechar alguno de ellos. Al verlos, muchos de ellos ya tenían un aspecto un poco antiguo. Yo le expliqué lo mismo que te explicaré a ti ahora.

¿Puedo aprovechar productos, como cremas solares, del año pasado?

Uno de los primeros pasos que puedes tomar es revisar tus productos para el cuidado de la piel y deshacerte de todo lo que ya haya pasado su vida útil.

Los fotoprotectores, por ejemplo, suelen tener una vida útil de 12 meses.

Para poder saberlo con exactitud, puedes fijarte en el símbolo PAO (“Period After Opening”) de los productos, que indica cuál es la vida útil del mismo desde que abrimos el envase. Este símbolo está representado con el dibujo de un tarro de cosméticos con una tapa abierta y dentro de él encontrarás un número de meses o años. Cuando se trata de meses, encontrarás la abreviatura “M”, por ejemplo (12M).

Símbolo de Period After Opening en un producto cosmético

Caso real 2: Lleva una dieta rica en antioxidantes 🍇

Un día acudió a mi consulta una paciente que, además de cuidar su piel “por fuera”, le generaba mucha curiosidad saber si la dieta influye en el estado de la piel y si había alguna modificación en la alimentación que podía hacer para ayudar al bienestar de su piel. En este sentido, la evidencia científica es un campo en el que aún queda mucho por descubrir. Sin embargo, hay ciertos aspectos que sí nos pueden ayudar.

¿Cómo puede ayudarnos la alimentación en el cuidado de nuestra piel?

Si bien los antioxidantes son útiles durante todo el año para el cuidado de la piel, son particularmente importantes durante el verano. El sol puede provocar daños directos en nuestro ADN, además de alterar el colágeno de nuestra piel.

Afortunadamente, en verano hay muchas opciones de alimentos ricos en antioxidantes como: arándanos, uvas, tomates, brócoli, zanahorias, entre otros.

Los antioxidantes que cuentan con más datos reportados en la literatura son generalmente de origen vegetal. Entre ellos, encontramos: el polypodium leucotomos, las antocianidinas, la cúrcuma, el comino negro y el resveratrol (de las semillas de uva y otras semillas), las astaxantina y las vitaminas C o E.

Caso real 3: Protege tu piel de la radiación UV ☀️

Recuerdo que, hace poco, acudió a mi consulta una paciente que estaba muy preocupada porque había estado sentada toda la tarde en una terraza con sus amigas y al llegar a casa, además de confirmar que tenía toda la cara caliente, roja y con mucho escozor, se había notado ampollas en la mejilla.

No podía entender cómo se había quemado tanto si había estado nublado toda la tarde. Además de darle indicaciones sobre cómo cuidar su piel ante esta quemadura le expliqué la causa.

¿Por qué me quemo la piel si está nublado?

Existe una clasificación que nos ayuda a predecir qué personas pueden tener un mayor riesgo de sufrir quemaduras solares. Es la clasificación de Fitzpatrick, una clasificación numérica del I al VI. Los fototipos I son personas con una piel muy sensible que siempre se queman y nunca se broncean al exponerse al sol. En el otro extremo, los fototipos VI son pieles muy resistentes, que nunca se queman, con una piel profundamente pigmentada.

Clasificación de pieles de Fitzpatrick

Sin embargo, independientemente del fototipo, es importante protegernos del sol en primavera, incluso si el día está nublado.

Hay una herramienta que nos puede ser útil para orientarnos sobre cuál es el momento del día más adecuado para evitar el sol: el Índice Ultravioleta (UVI). Este, nos da una indicación del nivel de radiación UV y el peligro potencial de la exposición al sol en una determinada hora.

La escala va de 0 (riesgo mínimo) a 11+ (riesgo muy alto). Estos números varían a lo largo del día. Si el índice UV es ≥ 3, es recomendable proteger tu piel de la exposición solar.

Si tu teléfono móvil tiene una aplicación del tiempo, es posible que esté indicado en ese apartado. Además, hay páginas web donde lo puedes consultar.

Por otro lado, junto con un clima más cálido, vienen días más largos con exposición más frecuente y más intensa al sol. Si bien todos los dermatólogos estaremos de acuerdo sobre la importancia de usar protector solar durante todo el año, esto es aún más importante durante los meses más cálidos.

Usar un protector solar con FPS alto (30 FPS como mínimo e idealmente 50 FPS) puede reducir la acumulación de daño UV crónico que está relacionado con el envejecimiento y el cáncer de piel.

Caso real 4: No olvides proteger también tu pelo y tus ojos del sol 🌅

Recientemente acudí a un torneo de tenis junto con una amiga y toda su familia. Mi amiga llevaba un sombrero muy amplio y vestía una camiseta de manga larga, ya que le aterra tener manchas en la piel como tienen su madre y su abuela. Al verla la felicité por tomar estas medidas y además le expliqué que usar gorro incluso le podía proteger su pelo, ante lo cual ella quedó muy sorprendida. Le expliqué lo siguiente.

¿La exposición solar daña también el pelo?

La radiación solar también tiene varios efectos en nuestro pelo como, por ejemplo:

  • Los rayos UVB ocasionan disminución de la fuerza de la fibra capilar produciendo fragilidad y ruptura del pelo.
  • Los rayos UVA y la luz visible ocasionan oxidación de las proteínas que cambian el color del pelo dándole un tono amarillento.

Por esta razón, el uso de sombreros es una de las maneras más eficaces y compatibles con nuestra vida diaria para cuidar las propiedades del cabello y proteger el pelo del sol.

Cuando compres un sombrero, elige uno que tenga un ala ancha, pues te protegerá las orejas, la cabeza y el cuello. Evita los sombreros de paja con agujeros, ya que no son tan efectivos para protegerte al aire libre.

Al igual que el cabello, es igual de importante la protección ocular. Intenta siempre utilizar gafas que ofrezcan protección UV. No todos los cristales polarizados protegen contra los rayos UV, por lo que debes asegurarte que tengan esta propiedad leyendo la etiqueta antes de comprarlos.

Caso real 5: La sombra no es suficiente 🌳

El otro día acudió una paciente a la consulta para preguntarme sobre unas manchitas blancas que tenía en los brazos y las piernas. Aunque hacía años que estaban allí, le parecía curioso que se notasen más al final del verano.

Yo le expliqué que estas manchitas (hipomelanosis guttata) eran un indicador de daño solar en nuestra piel. Ante lo que ella me contestó: “yo la verdad es que no lo entiendo, porque desde que tengo memoria siempre vamos a la playa en verano, pero me paso los días debajo de la sombrilla. A pesar de eso me pongo morena… supongo que será cuestión de mi piel.” Yo le pregunté si, además, se aplicaba protector solar y su respuesta fue: “si estoy debajo de la sombrilla no hace falta ¿o si?”

¿Debo aplicar protector solar también cuando estoy en la sombra?

Las distintas estructuras que nos brindan protección contra la luz solar directa generando sombra (árboles, sombrillas, toldos…) varían ampliamente en su protección solar según el material, el área de la superficie, la orientación que tienen respecto al cielo y su proximidad a otras estructuras protectoras.

Además, muchas superficies reflejan la radiación UV, lo que se suma a la cantidad total de exposición UV que recibimos. Por ejemplo, la nieve refleja hasta el 80 % de los rayos del sol, la arena un 15 % y la hierba, la tierra y el agua reflejan el 10 %.

Por lo tanto, estar únicamente debajo de la sombra puede no ser completamente efectivo para protegernos del sol. Es una herramienta más, pero para un correcto cuidado de la piel debe complementarse con fotoprotección y gafas de sol.

 

Recomendaciones de la dermatóloga Constanza Riquelme para protegerte del sol

Por estas razones, tanto en primavera como en verano es recomendable:

  • Limitar el tiempo al aire libre durante las horas más intensas de sol, lo cual lo puedes determinar mediante el índice ultravioleta (UVI).
  • Aplicar protector solar (≥SPF 30) a la piel expuesta para maximizar la protección.
  • Buscar una sombra adecuada como: árboles cerca de otros árboles con follaje denso, edificios que bloquean el cielo, áreas techadas o pérgolas hechas de material con alto factor de protección UV (UPF).
  • Los nutricosméticos como Olistic son un complemento ideal junto con una dieta balanceada para aportar los antioxidantes que necesita nuestro cuerpo durante todo el año.

    28 mar 2024
    Dra.-Constanza-Riquelme-Mc-Loughlin