Agosto llega a su fin y muchos sentimos cómo nuestro pelo empieza a caer más de lo normal. Y es que, los cambios en la rutina (típicos de esta época postvacacional) pueden generar un estrés extra (estrés postvacacional) que se puede manifestar como caída excesiva del pelo. Si a esto, además, le sumamos la caída estacional que tiene lugar en otoño por la reducción de las horas de luz y la llegada del frío, esta caída capilar puede ser aún más exagerada.
La llegada del otoño es inevitable. Debemos mantener la calma y tener en cuenta que el efluvio estacional se frena y recupera de manera natural.
Sin embargo, sí que podemos actuar sobre el estrés postvacacional, el cual se origina por la segregación de diferentes hormonas del estrés, como el cortisol, la adrenalina y noradrenalina, que tienen un impacto directo sobre nuestro pelo, aumentando su caída. Podemos intentar manejarlo de la mejor manera para que impacte lo mínimo posible sobre nuestra salud capilar.
¿Qué podemos hacer para minimizar los efectos del estrés postvacional sobre nuestro pelo?
Tuve el placer de conversar en un directo de Instagram con Verónica Blume, practicante y profesora de yoga, en el que os dimos una serie de consejos para intentar minimizar el estrés postvacacional y, en consecuencia, reducir su impacto sobre la salud de nuestro pelo, nuestra piel, y nuestro cuerpo en general.
En este artículo quiero recopilar todas las recomendaciones que os transmitimos para que podáis aplicar y notéis todos sus beneficios sobre el estrés y el cabello.
1. Cambia tu perspectiva 💫
Hay que intentar tomar este inicio de curso como una oportunidad para cambiar todo aquello que queremos cambiar y mejorar nuestros hábitos, y no como una vuelta a la rutina traumática que impacte negativamente en nuestra salud.
La vuelta a la rutina tras unas vacaciones reconfortantes es también una oportunidad para reorganizarnos y priorizarnos con el fin de que nuestro día a día mejore.
2. La respiración, un elemento clave 😌
Respirar profundamente es una herramienta que nos puede ayudar a reducir el estrés postvacacional en el cuerpo. Cuando respiramos profundamente, nos llega una sensación de calma
¿Sabías que la respiración está relacionada con nuestra frecuencia cardíaca? Cuando más nerviosos estamos, más suele acelerarse nuestro corazón. Pues bien, en una persona sana y en estado de reposo, el ritmo cardíaco aumenta ligeramente en la inhalación y baja en la exhalación.
Por este motivo, realizar exhalaciones profundas y prolongadas de manera consciente, nos ayudará a bajar nuestras pulsaciones. Busca 5 minutos por la mañana, al mediodía y por la noche, y dedícatelos. No hay excusas.
3. Iníciate en la práctica de yoga 🧘
El yoga es una práctica ancestral que nos permite conectar nuestro cuerpo y nuestra mente, y, por lo tanto, una herramienta muy útil que nos puede ayudar a controlar el estrés postvacacional.
A diferencia de lo que en general pensamos, practicar yoga no implica realizar posturas imposibles o buscar la máxima flexibilidad. En la práctica de yoga se busca calmar la mente mediante el movimiento, algo que puede ayudarnos a gestionar todos los estímulos diarios estresantes que nos llegan en el trabajo, en casa o en la calle. Te recomendamos empezar con movimientos guiados 10 minutos al día. Poco a poco tu propio cuerpo te irá pidiendo más.
4. Intenta mantener pensamientos positivos 🧠
Entrenar el pensamiento positivo para reducir el estrés es otra de las herramientas que comentamos a lo largo de nuestra charla. Con la vuelta al trabajo, la rutina, las obligaciones y los horarios extenuantes, es fácil que caigamos en pensamientos y afirmaciones negativas como “no puedo más”. En estos casos, te recomendamos respirar hondo, cortar los pensamientos negativos, e intentar buscar posibles soluciones o alternativas que te ayuden a sentirte mejor.
Una buena manera de abordar estos pensamientos es recapitular lo que hemos hecho durante el día, intentar minimizar o evitar aquellos momentos que nos hacen sentir mal y potenciar aquellas situaciones que nos hacen feliz.
Obviamente, hay situaciones por las que tenemos que pasar sí o sí, pero debemos intentar afrontarlas de la mejor manera posible. En muchas ocasiones, las cosas no son realmente tan grandes y pesadas, sino que somos nosotros quienes las sentimos así.
5. Dedícate tiempo y priorízate 💙
Esta es la base del autocuidado. El autocuidado hace referencia a la capacidad de estar atentos a lo que nos sucede, a lo que pensamos y a lo que sentimos, ser capaces de entendernos e intentar darnos lo mejor.
Practicar ejercicio físico, alimentarnos de manera adecuada y saludable, dormir bien y eliminar el consumo de tóxicos como el tabaco o el alcohol son hábitos que nos acercan al bienestar, pero que en muchas ocasiones nos cuesta cumplir y aplicar. Por eso, nunca nos cansaremos de recomendarlos.